El otro día estuve asesorando a una madre para la compra de la próxima sillita para su hija.
Tras comentar la situación, se barajaban dos opciones, de las que estuvimos comentando detalles, pros y contras.
Al final me dijo “bueno, pues como todavía cabe en el “maxicosi” nos esperamos”, pero si le puedes echar un vistazo te lo agradecería porque creo que no va bien”.
Por supuesto me acerqué con ella al coche y al llegar veo un grupo 0+ instalado con cinturón. Parecía que la instalación era correcta, con el cinturón algo flojo, pero bien guiado, pero lo ví usado, muy usado y le dije…
¿Sabías que las sillas de coche caducan?
Su cara cambió, no tenía ni idea. La silla había sido la de su sobrino que ya tenía 12 años.
Y es que esta información no es conocida por mucha gente y es muy habitual que las sillas de coche pasen de mano en mano sin caer en la cuenta de que los materiales tienen una vida útil limitada.
Desde que nace hasta que mide 150cm, nuestros pequeños viajeros necesitan un Sistema de Retención Infantil (SRI) adecuado a su edad, peso y talla.
Muchos con la llegada del primer hijo optan por buscar una silla nueva, pero otro muchos la heredan o compran de segunda mano sin considerar que con el paso del tiempo las sillas se deterioran. Sobre todo lo que se estropea es el material de absorción y el plástico de la carcasa. Se llama fatiga del material, sus propiedades se degradan por los cambios de temperatura, cambios de humedad y también si están expuestos al sol.
¿Y cuándo caduca una silla?
Pues todo depende de la calidad y los materiales utilizados para su fabricación.
El límite de uso recomendado debería indicarlo el fabricante en el manual de instrucciones. De no ser así la recomendación máxima de uso es de 5 años.
Otros fabricantes, como por ejemplo Avionaut o Klippan, aseguran que los materiales utilizados en la fabricación de sus sillas tienen una duración máxima de 10 años. BeSafe indica 15 años con el mantenimiento adecuado en sus últimos modelos.
Como veis la “caducidad” de la silla no es algo estándar, así que nuestra recomendación es siempre revisar la fecha de fabricación y el manual para confirmar si estamos o no poniendo en riesgo a nuestros pequeños por un uso inadecuado fuera del límite recomendado por el fabricante.
Por supuesto, no recomendamos en absoluto la compra de SRI de segunda mano porque no sabemos si esa silla ha podido sufrir un accidente.
De ser así, esa silla podría verse en perfecto estado, pero en su interior estar en mal estado, lo que no aseguraría un comportamiento adecuado en caso de un nuevo accidente, con las posibles consecuencias que esto podría tener para nuestro hijo.
Así que si vas a heredar una silla para tu pequeño, por favor, considera lo siguiente:
- En primer lugar, asegúrate que es una silla A CONTRAMARCHA (al menos si es menor de 4 años) y cumple con la norma de homologación vigente. Recuerda!! Homologado y seguro no es lo mismo.
- La silla debe estar en buen estado, sin desperfectos y sin falta de alguna pieza que pueda restar seguridad. Con el tiempo se puede haber perdido alguna pieza y perder su efectividad.
- Además pide siempre el manual de instrucciones para poder instalar la silla de seguridad de manera correcta. En caso de no disponer de la documentación, debemos asegurarnos de conocer marca y modelo de la silla para poder buscar las instrucciones en internet.
- Revisa que la silla no esté caducada. Asegúrate que la edad de la silla y los años de uso que le vas a dar no superen el tiempo de uso recomendado por el fabricante. RECUERDA!! El límite de uso recomendado son 5 años si el fabricante no indica lo contrario.
- Si la silla ha estado involucrada en un accidente de tráfico ya cumplió su función y su vida útil expiró. Una silla que ha sufrido un accidente de tráfico a partir de 15Km/h no proporciona la misma protección después de un accidente. Aunque a simple vista parece que esté en perfectas condiciones por dentro puede estar agrietada y/o dañado y dejar de proteger a tu hijo. Por lo tanto, compra una nueva, no la vuelvas a usar y por supuesto ¡NO LA VENDAS!
- El arnés se desgasta. El arnés es la pieza clave que proporciona la sujeción adecuada al niño. Ha de estar bien tensado y colocado a la altura de los hombros. Un uso prolongado, el roce o limpieza con productos abrasivos puede favorecer su desgaste provocando que el arnés no retenga igual y dejando de ser 100% efectivo.
Ahora que ya sabéis que las sillas de coche para niños tienen caducidad, informaros bien antes de adquirir una silla.